La imagen de un adulto con dientes de leche no es tan infrecuente como podríamos pensar. Si bien la mayoría de nosotros perdemos nuestra dentición temporal entre los 6 y los 12 años para dar paso a los dientes permanentes, en algunos casos, los "dientes de leche" persisten hasta bien entrada la edad adulta. Esto se conoce como retención de dientes deciduos o anodoncia parcial.
En este nuevo post, desde Clínica Implanteoral Milladoiro te contamos por qué ocurre este fenómeno y qué perjuicios conlleva.
¿Por qué sucede esto?
Existen varias razones por las que un diente de leche puede quedarse más tiempo de lo esperado. El motivo más común es la ausencia congénita del diente permanente subyacente, es decir, el diente adulto nunca se formó. Sin un diente permanente que lo empuje y reabsorba su raíz, el diente de leche no tiene razón para caerse y puede permanecer en su lugar.
Otras causas incluyen:
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Impactación del diente permanente. El diente adulto está presente pero no puede erupcionar debido a un obstáculo (como otro diente, un quiste o tejido óseo denso).
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Anquilosis. La raíz del diente de leche se fusiona con el hueso circundante, impidiendo su exfoliación natural.
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Problemas genéticos o síndromes. Algunas condiciones genéticas o síndromes pueden estar asociados con la retención de dientes deciduos.
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Trauma o infección. Un trauma o una infección en la infancia que afectó al germen del diente permanente.
¿Qué perjuicios supone tener dientes de leche de adulto?
Desde el punto de vista estético, los dientes de leche suelen ser más pequeños, tener una forma diferente y un color más blanquecino que los dientes permanentes, afectando la armonía de la sonrisa.
En cuanto a la salud bucal, los dientes de leche no están diseñados para soportar las mismas fuerzas de masticación que los dientes permanentes. Esto puede llevar a un desgaste excesivo, movilidad, o incluso a la fractura del diente con el tiempo.
Además, la persistencia de estos dientes puede generar problemas de oclusión (mala mordida), lo que a su vez ocasiona dolor en la mandíbula, problemas de masticación e incluso dolores de cabeza. La higiene alrededor de estos dientes también suele ser más complicada, aumentando el riesgo de caries y enfermedad periodontal.
¿Qué se debe hacer?
Si eres adulto y sospechas que tienes un diente de leche, es fundamental que acudas a tu dentista de confianza. Mediante un examen clínico y radiografías, el odontólogo podrá determinar la causa de la retención y evaluar la mejor estrategia de tratamiento. Las opciones pueden variar desde la observación regular hasta la extracción del diente y su reemplazo con implantes, puentes o tratamientos de ortodoncia para cerrar los espacios o reposicionar los dientes.
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